domingo, 17 de noviembre de 2013

¿Necesita contratar a un albañil sin papeles? Piénselo dos veces

En este blog hemos tratado varias veces el problema que suponen los profesionales que trabajan de manera irregular, es decir: sin estar dados de alta, sin declarar impuestos y sin ofrecer garantías de ningún tipo. Esto no sólo repercute en un grave daño para la economía del país (por los diarios conocemos casos de albañiles, fontaneros y similar que trabajan irregularmente mientras cobran la prestación por desempleo); también es un daño para las empresas de reformas y albañilería como la nuestra, empresas que contribuyen a Hacienda religiosamente, que invierten muchos recursos en control de calidad, en materiales óptimos, en cualificación y especialización de su personal, etcétera.

El principal perjudicado


No obstante, el principal perjudicado no es el país ni la empresa, sino el cliente final: USTED. Si no hay una factura legal que lo justifique, ¿cómo va a reclamar cuando su obra o reforma empiece a sufrir desperfectos antes de que finalice el período legal de garantía? ¿Quién responderá cuando un profesional haya cometido un error en su trabajo? Si no hay empresa ni autónomo que valga, usted tendrá que correr con los gastos de la nueva reparación.

El remedio o la enfermedad


Y es que muchas veces es peor el remedio que la enfermedad. Pero debemos comprender a la personas que realizan este tipo de contratación: un albañil ilegal puede cobrar menos del 50% de lo que cobraría una empresa autorizada. Son tiempos difíciles y en muchas ocasiones los clientes no tienen alternativa: o bien una reforma excesivamente económica, o bien nada.

¿Merece la pena un albañil sin papeles?


Está visto que a medio y largo plazo, NO. Si se trata de ahorrar dinero, hay muchas probabilidades de que acabe realizando una chapuza y lo que es peor, sin posibilidad de reclamación. Un ahorro se puede convertir en un gasto mucho mayor del que hubiera sido necesario.

Entonces, ¿se puede ahorrar contratando un albañil o empresa autorizada?


Sí, se puede. La clave es contactar con varias empresas de reformas o albañiles, que visiten nuestro domicilio para determinar perfectamente nuestro presupuesto. Si alguien te da un precio sin siquiera saber cuál será el trabajo a realizar, mal asunto: ¡no te fíes! Asegúrate de que es una empresa "con papeles" y que utiliza materiales de calidad. Es importante prestar atención a la forma de trabajo: ¿son rápidos? ¿utilizan herramientas avanzadas? ¿necesitan "romper" demasiados azulejos? Esta clase de preguntas son las que debemos hacerles al albañil que nos visite para conseguir el mejor presupuesto.

Con el Grupo Vico no tendrás esta clase de problemas, ya que ofrecemos la mejor garantía del mercado, con la mejor relación calidad-precio y maquinaria muy innovadora que nos ayuda a reducir costes y tiempos. Encarga tus tareas a los albañiles del Grupo Vico, deja tu obra y tu tranquilidad en manos de profesionales cualificados. 

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